El Monasterio de Santa Catalina abrió sus puertas al público el 15 de agosto de 1970 como uno de los más importantes monumentos de arquitectura virreinal del Perú y América, ubicando a Arequipa en el mapa turístico internacional.

Ya con 50 años de funcionamiento y con la finalidad de cubrir carencias que se habían generado con el paso del tiempo, se formuló un cuidadoso proyecto de restauración arquitectónica para rehabilitar nuevos espacios que se encontraban en desuso debido a su mal estado estructural. Es así como se logró concretar la apertura de un área que consta de tres grandes bóvedas que formaban la antigua Procuración y la Sala Capitular del monasterio y que han sido destinada a la realización de muestras temporales y otras actividades culturales.

Con la apertura de una puerta hacia la calle Ugarte que había sido clausurada, se puede ingresar a estas nuevas salas, ya sea desde el Patio del Silencio en el interior del monasterio, o desde la calle Ugarte.

La adaptación de estos ambientes nos ha permitido llegar a una mayor cantidad de público, ya sean turistas o la comunidad arequipeña. El ingreso a las muestras temporales es gratuito por lo que constituye una excelente alternativa de recreación.