EL PIA DESIDERIA Y LOS EMBLEMAS DE AMOR DIVINO EN EL MONASTERIO DE SANTA CATALINA

La fuente iconográfica de la serie Emblemas de Amor Divino del Monasterio de Santa Catalina se encuentra en el libro Pía Desideria, escrita en 1624 por Hugo Hermann SJ, impresa en Amberes, con los grabados de Antoine Sucquet SJ.

Este libro fue traducido al español por Pedro de Salas, SJ (Valladolid, 1638), bajo el título Afectos Divinos con Emblemas Sagrados. Como puede notarse, todos los autores pertenecen a la Orden Jesuita, la cual fue creada especialmente para hacer frente a la Reforma protestante.

El Pia Desideria trata del camino que debe recorrer el alma para lograr la perfección mediante tres estadios o vías. Las veinticinco pinturas semicirculares de gran formato que conforman la serie van distribuidas alrededor del claustro de los naranjos de la siguiente manera:

  • Una cartela de introducción
  • Ocho lienzos correspondientes a la vía Purgativa
  • Ocho lienzos correspondientes a la Vía Iluminativa
  • Ocho lienzos correspondientes a la Vía Unitiva

Durante los siglos XVI y XVII se desarrolló la cultura simbólica donde se pretendía hablar al espectador de una manera distinta a como se había hecho hasta entonces, y es aquí donde el hecho de unir la palabra con la imagen se revela como un método persuasivo muy eficaz.

Vía Purgativa
Inicia con la oscuridad del Alma y culmina con la toma de conciencia y arrepentimiento

Vía Iluminativa
El Alma va purificándose con la penitencia, oración y meditación.

Vía Unitiva
Tiene como fin la unión definitiva del Alma con Dios a través de la muerte del cuerpo.

El relato está protagonizado por dos personajes: Psique que representa al Alma, y Eros o Cupido, que representa al Amor Divino. El Alma simboliza la situación del hombre sobre la tierra y el Amor Divino intenta guiar al Alma por el camino de la purificación y de la salvación. La mezcla de lo sagrado con lo profano en la iconografía y el mensaje encriptado contenido en las imágenes de los emblemas fue un valioso recurso persuasivo utilizado por la iglesia católica para captar la atención de los fieles en respuesta a la iconoclasia protestante.

Descifrar los mensajes encerrados en los símbolos de imágenes y textos de los emblemas fue en los siglos XVI y XVII un pasatiempo intelectual destinado sólo a una élite culta que dominaba la simbología, el griego y el latín para descifrar las misteriosas imágenes y acceder así a un lenguaje hermético que abría las puertas del conocimiento.

Isabel Olivares